Entrada

Nuestra pequeña casa unifamiliar, cabemos lo justo mi hermano Berto, yo y mis padres.

Indiqué a Gorka el camino a casa. Cuando llegamos, me solté de él, estaba aferrada, sólo por si acaso. Me quité el casco, me puse bien el pelo y se lo di.
-Gracias.

- De nada- dije sonriente.- Pues eso ya quedaremos en un día exacto.¿vale?

-¿Mañana? -pregunté alzando una ceja, como si fuera evidente.
Mañana teníamos clase. Sonreí y saqué un bolígrafo de mi bolsillo, cogí a Gorka de la mano y le apunté mi número de teléfono y mi messenger.
-Ahí tienes, por si necesitas cualquier cosa. ¿Vale?

Mire la mano incredulo memorizandomelo por si se me olvidaba.
- Vale pues eso llama a todos los que sean, yo revisare el librito ese de normas que nos dieron. Creo que ponía algo sobre asambleas de alumnos...

Sonreí.
-No hace falta llamar a nadie, mañana en clase, les decimos a todos los de clase que vayan y punto -dije mientras escribía aún en su mano.
La solté y me despedí divertida y sonriente con la mano. Me giré, dándole la espalda y abriendo la verja de casa. Al cruzarla, comencé a hacerme un moño algo chungo con el pelo y a sujetarlo con el boli, mientras tarareaba una cancion, distraida y tocaba el timbre ya que las llaves las tenía en la mochila.

Me fui en moto a toda velocidad a casa, con esto iba a pasarmelo muy bien...

???

Llegué de nuevo a la entrada en moto con varias bolsas en las que llevaba los litros. Me acerque a la verja y toqué el timbre mientras esperaba a que me abriesen.

No había nadie en casa: perfecto. Aquel día sería inolvidable siempre y cuando no se armara una gorda y mis padres se enteraran. Llamaron al timbre y supuse que era Gorka, aún faltaba tiempo para la fiesta. La verja estaba cerrada por lo que salí fuera ya preparada y con el pelo recogido en una coleta.
-¡Gorka! -dije en modo saludo.
Me acerqué a la verja, la abrí y le ayudé con las bolsas.

Llevaba bastante peso pero me daba igual, esta noche me lo iba a pasar muy muy bien en este sitio...
- ¿A que hora llegan los demas?

-En una hora -dije mirando mi reloj y subiendo las escaleras de nuevo.
La puerta estaba entreabierta así que la empujé un poco más con un movimiento de cadera y le hice un gesto con la cabeza para que entrara.

Pase por delante de ella a la casa.
- Me siento una dama- dije irónicamente mientras pasaba.

Sonreí.
-¿Es que no lo eres? -le enseñé la lengua y cerré la puerta con mi pie, pasando a la sala de estar.

Me senté con ella en la entrada y me pusé a mirar al cielo.

- No le hagas caso, ella venia solo a buscar bronca...- dije acariciandola el pelo.- Solo te tiene envidia...

La bese con ternura y me separe de ella sacandolo del bolsillo sin darselo.
- Nada que la última vez que te di acabamos mal de cojones...

Cogi la bolsita y eché en su mano bastante poco, con eso no se colocaría mucho.
- No te doi mas...

-Nada...
La mire sonriente y la bese para que se callase.

- Nada que esta semana no quiero ir al hospital...