Gimnasio

Entre al gimnasio al oír ruidos no deberia haber nadie

Me acerque habia un chico haciendo canastas -Eres bueno..- murmure sin animo de molestar

No me apetecía volver a casa, total no valía la pena... No iba a encontrar a mi madre en casa y encima ya no tenía la alegría de encontrarme a mis hermanos peleando en su habitación y la satisfacción de poder meterme en su pelea, así que me dediqué a dar un paseo por el insti ya que no podía haberlo visto del todo. De verdad... mierdas como esas te hacen pensar en qué haces a esas horas todavía en el colegio. Entré en el gimnasio con las manos en los bolsillos, la capucha de mi chaqueta negra puesta y el mp4 a toda pastilla, así que ni veía ni escuchaba nada. De pronto, algo me sacudió en una parte de la cabeza e hice una mueca de dolor, haciendo que se me cayesen los auriculares de las orejas. Me quité la capucha y chasqueé la lengua, frotándome la mejilla y mirando hacia todos lados. ¿Quién había sido el hijo de puta que me había dado un golpe?

-Yo no lo haria- sonreí al chico vi a Vanessa -Ei estas bien?- dije acercandome a ella

Levanté la cabeza dispuesta a empezar mi primera pelea del curso, pero cuando me topé con unos ojos záfiro parpadeé varias veces. Seh... ese tío estaba bueno, no merecía la pena montar la bulla por algo así.
-Na, tranquilo, no pasa nada.-dije colocándome el pelo con una mano y con la otra hice un movimiento como si espantase mosquitos para quitarle importancia. Miré a Laura sonriendo, aunque como aún me dolía la mejilla y parecía anestesiada, formé una sonrisa boba-En serio, estoy bien.-me estiré como si me desperezase e intenté que no me viesen la mejilla enrojecida, odiaba parecer desvalida aunque fuese por una tontería así.

Asentí con la cabeza y sonreí de lado, metiéndome una mano en el bolsillo. Aquel chico era interesante, y además parecía mayor que nosotras, no mayor en plan viejo, si no mayor en plan... hmm... ¿cómo decirlo? En fin, que molaba y ya está.
-Yo soy Vanessa.-hice un saludo militar-Tú eres nuevo, ¿no? No has ido a clase del de plástica, al menos yo no te he visto.-dije mirándolo de arriba a abajo, seguro que no había estado... ¿cómo pasar por alto a semejante tío?

Esbocé una media sonrisa y ladeé la cabeza.
-Dieciséis años. Tú igual, ¿no?-pregunté aunque lo dudaba realmente. Me metí las manos en los bolsillos y empecé a bajar la vista, poniendo mofletes y haciéndome la desinteresada, aunque le estaba haciendo un repaso con la mirada con mucho descaro, pero bueno... al menos me alegraba la vista (xD).

La verdad es que no me enteré de qué edad tenía porque estaba muy ocupada fijándome en él, pero cuando me preguntó parpadeé varias veces, saliendo de mi ensimismamiento.
-¿Eh? No, nada, estaba pensando en...-piensa, Vanessa, piensa en algo para despistar.-¿Lo que tiene de paquete es de verdad o es postizo?-ole mis huevos.

Me sente en el suelo aburrida y rei ante el comentario de Vanessa
-Quieres dar una vuelta Chace?- pregunte divertida

Me levante y mire a Vane la abraze y despues la zarandee -Vane! el golpe, estas bien?- dije preocupada

Abrí la boca para hablar pero el zarandeo de Laura me cogió desprevenida. La miré parpadeando varias veces y luego sonreí.
-Como no me sueltes pronto, entonces no.-bromeé y me froté los brazos entumecidos, después volví a mirar a Chace. Me gustaba, al menos tenía sentido del humor, no como los demás.-Oye, si eres nuevo por aquí, podríamos... no sé... si quieres te enseño Madrid.-me encogí de hombros y puse cara de pasota, aunque interiormente estaba diciendo "como me digas que no... te mato". La verdad es que yo no sabía nada de Madrid, recién me había mudado, pero bueno... si colaba, pues colaba.

-Claro!- la empuje hacia el y cayo en sus brazos me fui corriendo del lugar

Iba a contestarle toda motivada haciéndome la interesante hasta que Laura me dio un empujón y caí hacia delante, hacia donde estaba Chace. Me agarré a sus brazos y parpadeé varias veces, mirando hacia arriba y encontrándome con su cara. Sonreí de lado con picardía y me separé lentamente, aunque realmente no tenía ganas de separarme.
-Es buena gente, tú déjala, me regaló un canuto.-me froté las rodillas como si me hubiera manchado por el tropezón y me reí entre dientes. Miré a Chace.-¿Hoy a las siete aquí? En la puerta del colegio, claro

Resoplé haciendo que mi flequillo se levantase y dejando caer mis hombros. No me apetecía nada ir a clases, pero bueno, si no quedaba otra... además solo había ido a una y encima me había ido antes de tiempo, así que más me valía ponerme un poco las pilas si quería volver a Brasil a ver a mis hermanos.
-Ta bien.-dije como refunfuñando y salí casi arrastrando los pies.